martes, 31 de agosto de 2010

Un minuto de silencio...


Corría asustada, todo le parecía tanto, un sufrimiento incesante, parte de ella misma se escapaba, e intentaba no escuchar los gritos de su corazón, que latía y latía sin parar.

No había paz, todo lo que veía se iba en un instante, su amor se marchaba sin siquiera moverse.
Confusión en el aire que respiraba, un sin fin de pensamientos retorcidos, y húmedos sus ojos, una vez mas... se alzaron para verlo a él cerrar los suyos.
Los gritos se fueron perdiendo junto a sus lágrimas de azúcar, mientras en su rostro, lentamente, se dibujaba la soledad incrustada en su pecho.



...por la muerte de este amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un minuto de silencio...


Corría asustada, todo le parecía tanto, un sufrimiento incesante, parte de ella misma se escapaba, e intentaba no escuchar los gritos de su corazón, que latía y latía sin parar.

No había paz, todo lo que veía se iba en un instante, su amor se marchaba sin siquiera moverse.
Confusión en el aire que respiraba, un sin fin de pensamientos retorcidos, y húmedos sus ojos, una vez mas... se alzaron para verlo a él cerrar los suyos.
Los gritos se fueron perdiendo junto a sus lágrimas de azúcar, mientras en su rostro, lentamente, se dibujaba la soledad incrustada en su pecho.



...por la muerte de este amor.